martes, 7 de junio de 2016

John M. Stahl, grande del melodrama y precursor de Douglas Sirk

CgHTM2QWQAEwZkH Gene Tierney fue nominada al Oscar como Mejor actriz por su trabajo en ''Que el cielo la juzgue''.  


John M. Stahl es un magnífico realizador especializado en melodramas, que vivió en cierta manera a la sombra de la fama de Douglas Sirk, este hecho y que muchas de sus películas sean difíciles de conseguir -su etapa silente está prácticamente desaparecida, por ejemplo-, contribuyen a que su trayectoria no sea demasiado conocida y por tanto, no lo suficientemente valorada. Stahl dirigió tres cintas -Magnificent Obsession, When Tomorrow Comes e Imitation of Life- que posteriormente Sirk versionó en los años 50 llevándolas a su terreno, con un estilo estético más florido y con un enfoque distinto de la historia. John M. Stahl se caracterizó por un estilo más naturalista y sobrio en sus propuestas cinematográficas. Aunque Sirk es más reconocible por el público cinéfilo, Stahl es un cineasta que, con sus altos y sus bajos artísticos, es también muy recomendable. En definitiva, dos maestros del Hollywood dorado.

CVZZnUUXIAAiyZ- John M. Stahl junto a Gene Tierney en un descanso del rodaje de la obra maestra del melodrama noir, ''Que el cielo la juzgue''.  


John M. Stahl aunque siempre mantuvo que era originario de Nueva York, se ha demostrado que tenía origen europeo y que pertenecía a una familia judía -se asegura que nació en Bakú, actual Azerbaiyán-. Abandonó sus estudios de Derecho e hizo sus primeros pinitos artísticos como actor teatral en vodeviles y compañías dramáticas. Trabajó para tres de las más grandes productoras de Hollywood: Metro Goldwyn Mayer, Universal Pictures y la Fox. En la naciente MGM de aquella época, dirigió 24 largometrajes mudos -entre ellos, algunos melodramas, género que marcaría fuertemente su carrera- entre 1914 y 1927. Con la llegada del cine sonoro ejerce también de productor para otros cineastas que han pasado al olvido, durante tres años produce 44 filmes. Vuelve a dirigir pero esta vez para Universal -donde estará trabajando en exclusiva durante 11 años, de 1930 a 1941-, es en esta productora en la cual empieza a sobresalir como un excelente y sutil director de melodramas, filmando algunas de sus películas más destacables -La usurpadora, Imitación de la vida, Parece que fue ayer, Sublime obsesión o Huracán-. Fue uno de los directores mejor pagados de esta compañía, y tenía el privilegio de tener cierto control sobre sus proyectos -ya que consiguió ser acreditado nuevamente como productor en muchas de sus películas-. Privilegio poco frecuente en el Hollywood clásico, ya que los jefazos de las productoras tenían mucho poder.

1a162ba6a467c99136e83773ea886718 ''Las llaves del reino'', Gregory Peck también conseguiría ser candidato al Oscar como Mejor actor.


La etapa final de la trayectoria de Stahl va de la mano de la 20th Century Fox, donde rueda nueve películas. Entre ellas, la que es merecidamente una de sus obras mejor valoradas, el maravilloso melodrama noir ''Que el cielo la juzgue'', en el cual, una espléndida y pérfida Gene Tierney vuelve a hechizarnos. Que además posee la peculiaridad de haber sido filmada en tecnicolor, técnica visual poco frecuente en el cine negro de esa época. Otros títulos recomendables de su etapa en la Fox son Las llaves del reino, Sagrado matrimonio, Murallas humanas, Débil es la carne o El sargento inmortal. Su última cinta sería Linda muñequita en 1949. Fallecería en 1950 de un ataque al corazón a los 63 años.

  8dfc5d8aaad536ad3e24089c78ce813a ''Que el cielo la juzgue'', una de las cumbres del melodrama.


John M. Stahl fue conocido en el Hollywood dorado por ser un experto en películas de mujeres, las actrices siempre fueron sus mejores aliadas. Solía conseguir hacerlas brillar en pantalla. Irene Dunne fue la mejor intérprete que estuvo bajo sus órdenes -trabajaron juntos en tres ocasiones, La usurpadora, Sublime obsesión y Huracán-, no sólo por ser una actriz de desbordante talento y admirable versatilidad, si no también porque su perfil interpretativo -era contenida, carismática y emocional- se ajustaba a la perfección al estilo de Stahl, que perseguía la desnudez sentimental y la sencillez por encima de todo, notablemente alejado de artificios formales. Otra musa memorable fue sin duda, Gene Tierney, encarnando a una femme fatale sobresaliente.1013d44efd68779ebdc35b090ff5cfd0 ''Huracán'', en 1957 Douglas Sirk la versionaría con inferior resultado, bajo el título de ''Interludio de amor''.a9cf984cb610acc62904cf71d8fce2af Linda Darnell en ''Murallas humanas''.  



CURIOSIDADES

  • Las películas de John M. Stahl no sólo fueron versionadas por Douglas Sirk, si no que por ejemplo, La usurpadora -Back Street- conoció dos remakes, uno dirigido en 1943 por Robert Stevenson Su vida íntima con Margaret Sullavan y Charles Boyer, y otro dirigido en 1961 por David Miller, que protagonizaron Susan Hayward y John Gavin.
B8IYbkEIQAApkIe Irene Dunne en ''La usurpadora''.

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