martes, 8 de septiembre de 2015

Ciclo Vincente Minnelli: ''Cautivos del mal'' (1952)


Por Juan Murillo Bodas.

Extraordinaria y deslumbrante obra maestra de Vincente Minnelli uno de los grandes estilistas del Hollywood clásico que consigue con esta película tal vez su más rotunda obra maestra.. Producida por la Metro-Goldwyn-Mayer, con los mejores profesionales del estudio, contó con la magnífica fotografía de Robert Surtees que ilumina a la perfección tanto a los actores como los magníficos decorados de Cedric Gibbons que reconstruye con gran minuciosidad los interiores en los que se desarrolla la película.

Kirk Douglas y Lana Turner.


La fotografía expresionista pero a la vez fluida y glamourosa, unida a la excelente partitura de David Raksin realzan a la perfección ciertos momentos dramáticos de la película… todo en ella es excelso, desde la puesta en escena hasta todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la historia, narrada con gran intensidad y ritmo. * Obra canónica del clasicismo cinematográfico, rica y compleja en interpretaciones y significados, forma parte de ese género aparte de los demás denominado “cine dentro del cine” o “metacine”, mas la habilidad narrativa de Minnelli y de su guionista Charles Schnee les lleva a indagar dentro de los entresijos del mundo del cine, no de una forma intelectual y compleja sino integrando el discurso dentro de un melodrama que contiene numerosas dosis de ironía y de sarcasmo.

Una historia escrita por George Bradshaw titulada “Tribute to a badman” que inicialmente transcurría en el mundo del teatro es trasladada por iniciativa del productor de la película John Houseman al mundo del cine. Houseman, que era un hombre de cine conoció varios oficios dentro de la industria, fundó junto con Orson Welles el Mercury Theatre en 1937, trabajo como productor y guionista para los Estudios Selznick, fue consejero supervisor no acreditado en el guión de Ciudadano Kane, también fue el responsable de la primera obra importante en Hollywood de Max Ophüls Letter from an unknowm woman (Carta de una desconocida) y propicio el debut de Nicholas Ray con la magnífica They live by night (Los amantes de la noche)(1949); ganó un Oscar al mejor actor secundario por Vida de un estudiante (J. Bridges, 1973) y por supuesto aportó todo su talento y todas sus experiencias personales e hizo una gran labor en Cautivos del mal, es más la estructura narrativa tiene algo que ver con Ciudadano Kane al ser como ésta la investigación acerca de una personalidad importante, aunque con algunas variaciones sustanciales. Siguiendo con el asunto del guión, Charles Schnee construye perfectamente la historia de la película en tres partes, que corresponden a tres sucesivos flash-backs, la película se inicia y finaliza en el presente a modo de estructura circular. El enigma que se plantea: ¿Por qué es Jonathan Shields (Kirk Douglas) tan odiado por las personas que estuvieron cerca de él? es desvelado por algunas de las personas que compartieron su vida profesional, sentimental o ambas nos lo cuentan, y digo nos lo cuentan a nosotros los espectadores, porque todo lo que cuentan son los recuerdos del director Fred Amiel (Barry Sullivan); la actriz Georgia Lorrison (Lana Turner) y el escritor de novelas de éxito James Lee Bartlow (Dick Powell) que se materializan en imágenes gracias a la magia del cine. 



La película es también todo un tratado de lo que significa o mejor significaba- ya que la industria del cine ha cambiado mucho- ser un productor cinematográfico durante esos años del Hollywood dorado, comprendido aproximadamente entre los años 30 y los años 50 del pasado siglo XX… un mundo glamouroso y brillante sustentando en el atrayente poder de las grandes estrellas, pero necesitado de productores con talento y cuyas personalidades aparecen reflejadas parcialmente en la película, hombres como David O. Selznick, Darryl F. Zanuck o Val Lewton este último ingenioso y brillante productor de importantes películas con presupuestos más modestos. … Hombres cruciales para que esas grandes obras maestras lograrán realizarse. No solo eran hombres que administraban el presupuesto dispuesto para la película sino que eran hombres creativos, hombres que amaban el cine y que conocían a la perfección todo lo referente a su oficio: la producción de películas, esto es la interpretación, la dirección, los decorados, la fotografía…que consistía en crear esa seductoras imágenes en movimiento que atraparon a varias generaciones de espectadores haciéndolos partícipes del cine como espectáculo inseparablemente ligado a la cultura popular. * Podría ser una historia más sacada de la prensa rosa de la época, pero la sutileza de Minnelli, su capacidad para engarzar una escena con otra sin poner demasiado énfasis en los sentimientos de los personajes muestran su maestría para el melodrama, y es que en una especie de juego sin fin descubrimos cómo a través de unas imágenes en movimiento se crean esas otras imágenes que constituirán la película, desde este punto vista The Bad and The Beautiful es posiblemente la película que mejor ha reflejado ese Hollywood clásico. En una deliciosa escena vemos como Rosemary Bartlow (Gloria Grahame) la mujer de James Lee Bartlow llega con éste a Hollywood, allí ve cómo Georgia Lorrison está tomando el sol, una más de esas autorreferencias que tiene la película…el mundo del cine y el mundo real se mezclan y se confunden a lo largo de toda la película. Documento ficcionado de una época y reflexión sobre el lado oscuro del éxito, sobre las ambiciones insatisfechas, sobre la fragilidad de los sentimientos, sobre la soledad y sobre el peso maligno de ciertas herencias familiares en el ámbito del carácter… Incisiva, brillante y mordaz, una obra descomunal en todos los sentidos… Unos actores que se creen lo que interpretan y que asumen con gran fuerza sus personajes que son como arquetipos arrugados por el paso del tiempo y de la fama, mas no sólo eso, ya que su complejidad y egoísmo es tal que Minnelli opta por no juzgarlos, simplemente nos muestran sus acciones y somos nosotros los espectadores los que tomaremos partido. Película fundamental dentro de la Historia del cine, que hace disfrutar a los espectadores sin olvidar esa carga crítica hacia un mundo brillante pero hipócrita a la vez y que muestra los problemas y los traumas de la adicción a la popularidad. Minnelli conocía muy bien ese mundo pues siempre formó parte de él.

Gloria Grahame, excepcional dama del cine negro clásico, premiada con un Oscar como Mejor actriz de reparto por ''Cautivos del mal''.

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