lunes, 23 de diciembre de 2013

Rivalidades de cine: Bette Davis y Joan Crawford, el choque de dos colosos interpretativos

''Es vulgar e hipócrita. Se ha acostado con todos los actores de la Metro a excepción de la perra Lassie''. (Bette Davis sobre Joan Crawford).


 Dos reinas del melodrama clásico, que se decía, que mantuvieron una relación distante, fueron Bette Davis y Joan Crawford, quizá esta supuesta agria relación se exageró de cara a la galería para promocionar la película que ambas protagonizaban, pero francamente, a título personal, creo que algo de verdad sí había, las dos, ostentaban una considerable fama de mujeres difíciles, con las cuales, no era fácil lidiar en los rodajes y resulta lógico, que al juntar a dos mujeres de rompe y rasga como ellas en escena, debía de ser algo explosivo, tanto en el buen como en el mal sentido. Cuenta la leyenda, que la Crawford (de la cual, las malas lenguas, relataban su rumoreada promiscuidad), intentó seducir a Bette mediante regalos y cartas, la Davis se comenta, que siempre rechazó sus insinuaciones sexuales, ya que no le atraían las mujeres, por tanto, su odio venía de atrás, de antes de trabajar juntas, su mala relación era una de las comidillas de Hollywood. Como Bette Davis, supuestamente, aseguró después de la muerte de la Crawford, parece ser, que su rival, se enamoró de ella.


Ambas, también llegaron a rivalizar por el amor de un hombre, este hecho, se remonta a 1935, cuando Bette rodó junto al elegante actor Franchot Tone ''Peligrosa'', Bette se enamoró durante el rodaje y él le correspondió a la pasión pero no a su amor, en aquella época era el prometido de Joan Crawford. Franchot Tone era un hombre muy solicitado por las actrices de la época, tenía fama de seductor y cortejó a muchas mujeres. Joan estaba al tanto de esta aventura, pero se encontraba trabajando sin descanso para terminar de filmar su próxima película.
En definitiva, su rivalidad se remonta a los años 30, cuando Bette que pertenecía a la Warner (desde el principio de su carrera, tuvo que luchar para que le ofreciesen papeles de calidad, había sido descubierta en 1930 en Broadway por Jack Warner y la estaba desperdiciando en sus inicios como estrella cinematográfica, con papeles menores que evidentemente no estaban a su altura, su particular físico tampoco la ayudaba a integrarse en ese star system, la apodaban ''el patito feo'', a base de coraje y talento puro, fue poco a poco, labrandose una trayectoria más rica e interesante, convirtiendose a su vez, en una intérprete con un sello propio inconfundible, excesiva para algunos, intensa para otros, pero lo cierto, es que renovó a su antojo, la interpretación clásica), ansíaba los grandes guiones, los directores de renombre con los que trabajaba y los altos presupuestos que la Metro le adjudicaba a los proyectos de Joan Crawford, además, se comentaba, que la consideraba inferior en cuanto a talento. También le irritaba sobremanera la supuesta hipocresía de la actriz, en público se desvelaba como una puritana y privadamente era todo lo contrario, a Bette no le gustaban las falsas imágenes intachables de las estrellas, ella solía mostrarse brutalmente honesta, aunque le cayesen duras críticas y se granjeara muchas enemistades en el star system. Durante toda su carrera, tuvo fama de ser una intérprete complicada en los sets de rodaje.


El gran director pero injustamente poco valorado, Robert Aldrich se le ocurrió la idea de juntar en pantalla, a dos de las mayores estrellas de la época más dorada del cine americano, que en aquella época ya no ostentaban el esplendor artístico de antaño (la Davis, tuvo una época de vacas flacas, donde incluso, ante el escaso trabajo que le ofrecían, llegó a pedir empleo mediante un anuncio en Variety), para una película inquietante, intensa y claustrofóbica que reflexiona sobre la envidia, a través, de dos actrices infantiles fracasadas que se ven obligadas a convivir. El rodaje de ''¿Qué fue de Baby Jane?'', resultó ser un infierno, ante las constantes peleas de estos dos colosos interpretativos con temperamentos muy fuertes, Joan Crawford volvió a intentar seducir a Bette mediante regalos al comienzo del rodaje y ésta los rechazó de nuevo y le avisó que parara de hacer eso, se tomó fatal los desplantes de la Davis y le hizo la vida imposible en el set y ella le pagó con la misma moneda. La furia se la tragó su pobre hija Christina y a partir de las negativas de la Davis, Joan empezó a tratarla de manera distinta, con condescendencia y altivez. Aunque testigos del set, relataron una versión totalmente opuesta, que sin haber cultivado una amistad entre ellas, fueron sumamente profesionales la una con la otra, aunque por otro lado, nadie niega, lo que se ha dicho en infinidad de ocasiones, que en ese rodaje, había mucha tensión. Robert Aldrich, contó, que ambas, lo llamaban por teléfono todas las noches, intentando conseguir que su personaje respectivo tuviese más peso en la historia que el de su oponente.


Tal era la manía que Joan le tenía a Bette, que cuando su compañera de reparto resultó nominada por ''¿Qué fue de Baby Jane?'' y ella no, pactó con el resto de actrices de la categoría de Mejor actriz en los Oscars, que si alguna ganaba y no podía ir a recoger el premio, ella lo recibiría en su nombre, como así fue, resultando ganadora la estupenda interpretación de Anne Bancroft en ''El milagro de Ana Sullivan''.

La relación entre estas dos divas, era una mezcla de odio y rivalidad profesional, ninguna quería ser menos que la otra. Crawford y Bette públicamente, se lanzaban dardos envenenados la una a la otra constantemente. La Davis, actriz de mirada pérfida y fascinante, tenía muchas enemistades en la industria, debido a su poco tacto a la hora de hablar y a su complicado carácter, criticó abiertamente a muchos de sus compañeros de profesión, como la citada Crawford, Miriam Hopkins (fue amante de uno de sus maridos, el director Anatole Litvak) o Errol Flynn, entre otros. Una de sus pocas amigas actrices, era Olivia de Havilland.

Lo cierto, es que, Joan y Bette, eran más parecidas de lo que les gustaría admitir: dos mujeres conflictivas de carácter temible, grandes damas del mejor melodrama clásico, tenían predilección por interpretar a personajes de mujeres fuertes e independientes habitualmente, reconocidas a nivel artístico y con relaciones muy problemáticas con sus hijos.

Robert Aldrich, quiso repetir la jugada para ''Canción de cuna para un cadáver'', pero Crawford sabiendo el ''aprecio'' que le tenía la Davis, se negó a aceptar el papel, ninguna de las dos, deseaba aparecer de nuevo juntas en pantalla, de hecho, pretendían que para sus escenas conjuntas se utilizaran dobles, el director no estaba de acuerdo.
Finalmente, recurrieron a una de las amigas más fieles de Bette y con la que ya había trabajado anteriormente para que tomase el personaje de la Crawford, la versátil Olivia de Havilland, que bordó magistralmente uno de sus escasos papeles de villana. También se barajó a Vivien Leigh, que fue la elección personal de Bette, pero ésta rechazó la oferta, asegurando lo siguiente... ''Podría quizá mirar el rostro de Joan Crawford a las siete de la maña­na en una plantación del Sur. ¡Pero desde luego no podría mirar al de Bette Davis!''.


Citas de Bette sobre Joan Crawford

«No la mearía aunque estuviese ardiendo en llamas»
«Ha dormido con todas las estrellas de la MGM, menos con la perra Lassie»
«Uno nunca debe decir cosas malas sobre los muertos, sólo se deben decir cosas buenas... Joan Crawford está muerta, ¡qué bien!» (al morir su eterna rival).


Curiosidades de ''¿Qué fue de Baby Jane?''

- La curiosa joven vecina de Blanche y Baby Jane es Barbara Merrill, la hija de Bette Davis en la vida real.

- La peluca que usó Bette Davis en la cinta fue usada por Joan Crawford en una de sus primeras películas para MGM.

- Las escenas de las películas que son protagonizadas por Jane son de Ex-Lady y Parachute Jumper, películas que Bette Davis protagonizó en 1933. Las escenas en las que salía Blanche pertenecen a la película de Sadie McKee de 1934.

- Durante el rodaje, Bette Davis tenía una máquina dispensadora de Coca Cola instalada en el set para así enojar a Joan Crawford, ya que su esposo era un alto ejecutivo de Pepsi.

- En la escena de los golpes, Bette Davis golpeó a Joan Crawford en la cabeza y ella necesitó puntos. En las escenas en que Bette Davis debía arrastrar a Joan Crawford, esta última puso pesas en sus bolsillos para que la Davis se dañara la espalda.

- Bette Davis se negaba a quitarse el maquillaje después de cada día de rodaje, con la intención de acumularlo para que su personaje se viera más ajado y tétrico a medida que iba perdiendo la razón.

- Joan Crawford rechazó el papel de Baby Jane porque le parecía una mujer demasiado fea.



1 comentarios:

  1. Acabo de descubrir este blog y creo que esta noche me lo leo entero! Qué maravilla! Mil gracias por escribirlo! Para una amante del cine clásico americano como yo esto es una mina de oro!!!

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