El mejor exponente de la comedia hawkiana lo hallamos en ''Bola de fuego'', por encima de otras suyas más conocidas, como ''Los caballeros las prefieren rubias'' o ''La fiera de mi niña''. Fue un director ecléctico, que abordó muchos géneros (drama, comedia, western...) y se sirvió de grandes guionistas, como Wilder, I.A.L. Diamond o Charles Brackett, que posteriormente, emprendieron una nueva aventura con Wilder cuando se lanzó a dirigir sus propias películas, cansado de que Mitchell Leisen o Hawks metiesen mano a sus guiones y en sus propias palabras, destrozasen sus libretos.
Howard Hawks fue uno de los mayores genios de la comedia clásica, junto a Frank Capra (el optimista, sus cintas solían derrochar alegría de vivir), Ernst Lubitsch (con su magnífico y destacado toque), Billy Wilder (casi siempre brillante, especialmente en su faceta de guionista), George Cukor o el menos conocido pero también muy solvente Gregory La Cava (sus films eran en ocasiones, la antítesis de la comedia pura, abordaba sus historias desde un prisma amargo, destacar especialmente ''Al servicio de las damas'' y ''Damas del teatro'').
Los 30 y los 40, fueron probablemente las mayores etapas de esplendor de la comedia clásica americana, basta con echar la vista atrás para darse cuenta, de que el cine actual está muy necesitado de buenas comedias, especialmente de comedias románticas de altura, las comedias del viejo Hollywood destilaban un ingenio, un buen hacer y una brillantez inusitados, que difícilmente hallaremos en cualquier comedieta de la actualidad.
La maravillosa y versátil Barbara Stanwyck (poseedora de una ecléctica, estimulante y extensa filmografía, repleta de joyas indiscutibles del séptimo arte), vuelve a poner de manifiesto, el famoso dicho de ''que vale para un roto y para un descosido'', en su tragicómica y estupenda encarnación de la bailarina de cabaret Sugarpuss O'Shea, que terminará chocando brutalmente con el personaje tímido e inocente del peculiar profesor que interpreta excelentemente Gary Cooper, será esa imparable fuerza de la naturaleza, que pondrá su mundo del revés y de la que se enamorará sin remedio. Barbara se verá obligada a esconderse en el hogar de ocho asociales profesores (Billy Wilder que firma el libreto junto a Charles Brackett, se inspiró ligeramente en el mítico cuento de los hermanos Grimm, ''Blancanieves y los siete enanitos''), estos hombres están intentando crear una enciclopedia del saber humano y gracias a la llegada de la pizpireta y atrevida Stanwyck, se replanterán el hecho de cambiar el rumbo de sus aburridas vidas, ese torbellino femenino les aportará esas alegrías de vivir que toda persona necesita para ser plenamente feliz. Cooper y Stanwyck, crean un tándem perfecto, tenían una química magnífica, trabajaron juntos aquí y en la recomendable ''Juan Nadie'' de Frank Capra.
''Bola de fuego'' es adelantada a su tiempo, burlando inteligentemente la censura imperante mediante el Código Hays, hace uso de un lenguaje ácido y atrevido, además la Stanwyck viste una ropa tremendamente provocativa para aquella época conservadora, aunque se entienda su vestimenta por la profesión que ejerce su personaje. Es una muy notable muestra de la mejor screwball comedy (comedia alocada que se caracteriza por diálogos ágiles y chispeantes, además, de por una sucesión de increíbles enredos) y se podría englobar perfectamente como comedia romántica, ya que posee las dos vertientes.
Como curiosidad, ''Bola de fuego'' tuvo un remake musical en 1948, que dirigió el propio Howard Hawks y protagonizado por Danny Kaye y Virginia Mayo.
Algún día, hablaremos extensamente de la apasionante actriz Barbara Stanwyck, pero de momento, os recomiendo encarecidamente esta deliciosa y tronchante película de Hawks.
Tengo que volver a verla porque no me acuerdo demasiado, pero este tipo de películas (screwballs) siempre me ponen de buen humor :D No he visto la versión musical, está bien?
ResponderEliminarPues la versión musical no la he visto, así que no te puedo decir.
EliminarCoincido en lo de las screwballs, suelen encantarme y me alegran mucho cuando las veo.
Muchas gracias por comentar Annie. Besos.