"Me ha llevado ocho años llegar a lo que yo quería. Pero ahora, si no me quedo sin ideas - y espero que no - nos divertiremos. Hay películas maravillosas por hacer, y si Dios quiere, yo voy a hacer algunas de ellas". Preston Sturges.
Preston Sturges, nació el 29 de Agosto de 1898 en Chicago. Cuando tenía 3 años, viajó con su madre Mary Estelle Dempsey a París, debido a que su progenitora deseaba continuar su carrera como cantante. De adolescente, Edmund Preston Biden (Preston Sturges) ayudaba en las producciones teatrales de una amiga de su madre, la actriz Isadora Duncan, con la cual, recorrió en su infancia, diversos países europeos, para completar sus estudios. En 1917, se alistó como voluntario en el ejército americano con la intención de combatir en la I Guerra Mundial, pero la paz llegó antes, de que pudiera terminar su adiestramiento como piloto. Comenzó a escribir libretos en 1929, poco después de recuperarse de una apendicitis, su primera obra de teatro escrita por él, se tituló ''The Guinea Pig'', con la que logró un gran éxito y al año siguiente, se representaría en Broadway. Tras los estrenos de algunas obras que no funcionaron, los problemas económicos le obligan en 1932, a marcharse a Hollywood para hacer más dinero. Sturges, como es lógico, albergaba el firme deseo de dirigir sus propios guiones, pero antes de llegar a esa etapa anhelada, tuvo que escribir para otros cineastas tan conocidos, como William Wyler, Howard Hawks o Mitchell Leisen. No solía estar contento con la manera en que otros realizadores manejaban sus diálogos, especialmente Leisen, del cual, terminó harto. Fue famoso por crear un excelente ambiente en sus rodajes, dejando libertad a sus actores para que se lucieran. Colaboró con algunas de las mayores estrellas de la época, como Barbara Stanwyck, Claudette Colbert, Henry Fonda o Veronica Lake.
''El milagro de Morgan Creek'' |
Preston Sturges, podría ser definido como el ''bicho raro'' dentro de los grandes nombres de la comedia clásica, se le denominaba el ''anti-Capra'', porque al contrario, que éste, mostraba una versión menos idealizada del mundo que lo rodeaba, un tono más pesimista y audaz, casi siempre, con el afán, de meter el dedo en la llaga. Renovó el género cómico, de una manera totalmente rompedora, como por ejemplo, atreviendose a introducir de trasfondo, temas arriesgados para la época como el sexo, la pobreza, la corrupción o el asesinato. El descaro de sus ingeniosas líneas de guión, parece más cercano al gamberrismo de las buenas comedias actuales, fue un adelantado a su tiempo. Además, se le considera, uno de los padres de la screwball comedy. El uso de ciertos recursos narrativos (como la cámara acelerada siguiendo a sus personajes en modo frenético) remarcan todavía más, el carácter disparatado y vitalista de sus cintas.
''Un marido rico'' |
Fue un visionario, que dotó a sus películas de una visión más descreída y sarcástica de las relaciones humanas, con un humor negro, pícaro y deslenguado, no exentas de crítica feroz a la sociedad americana, en títulos emblemáticos como ''El gran McGinty'' o ''Los viajes de Sullivan''.
Al mismo tiempo, también conseguía aúnar la emoción con el cinismo, de este modo, lograba que el público y la crítica empatizaran con sus historias, a lo largo de su carrera, cosechó sus mayores éxitos con ''Navidades en Julio'', ''Las tres noches de Eva'', ''Los viajes de Sullivan'', ''Un marido rico'' y ''El milagro de Morgan Creek''. Por los Oscar, fue más valorado por sus estupendos guiones que por su faceta como director, estando nominado en 3 ocasiones por ''Salve, héroe victorioso'', ''El milagro de Morgan Creek'' y ganandolo por ''El gran McGinty'' en 1941 (ácida crítica a la política).
Sturges dirigiendo a Barbara Stanwyck y Henry Fonda en ''Las tres noches de Eva'' |
Guionista y director, comenzó a dirigir su propio material, a partir de 1940 y gracias a que fue contratado por la Paramount, que le ofreció la libertad artística que necesitaba, a cambio, en algunos casos, de realizar films de bajo coste. Tanto le costó llegar a la silla de director, que en 1939, les ofreció su guión de ''El Gran McGinty'' por un dólar, el cual había escrito seis años antes, con el requisito, de que fuese también el director. Debido a sus grandes esfuerzos, alcanzó la proeza, de ser el primer guionista de Hollywood que se podía permitir el placer de dirigir sus propios libretos, allanó el camino para que otros realizadores posteriores pudieran debutar en la dirección, nombres tan brillantes como Billy Wilder o John Huston. Preston Sturges era un valiente, que tuvo la osadía de plantarle cara a los Estudios, que en aquella época, ejercían un excesivo control sobre todo. Un autor con todas las letras, dentro de un género que ha sido denostado a lo largo de la Historia del Cine, como es la comedia.
Sturges, desde 1940 hasta 1944, mantuvo una actividad frenética, estrenando numerosas y exitosas películas. Se convirtió en uno de los guionistas mejor pagados. Cuando abandonó la Paramount, fue dando tumbos, rodando una serie de comedias que no funcionaron y Hollywood terminó dandole la espalda. Durante los últimos coletazos de su carrera, se asoció con Howard Hughes y crearon la productora California Pictures, pero Sturges terminó siendo despedido del rodaje de ''Vendetta'' por Hughes, tras una fuerte discusión entre los dos.
Poco después, Preston Sturges se retiró del cine ante los fracasos comerciales de sus últimas películas y la escasez de oportunidades. Durante un breve período de tiempo, se centró en la escritura y el teatro. Intentó adaptar para la gran pantalla el guión de ''The Millionairess'' de George Bernard Shaw, con Katharine Hepburn de protagonista, pero finalmente, el proyecto, que se iba a rodar en Londres, no llegaría a buen puerto por falta de financiación. En 1955, filmaría su última película ''Les Carnets du Major Thompson'', que en esta ocasión, rodaría en Francia.
Fallecería el 6 de Agosto de 1959, enfermo y solo, en una habitación de un hotel de Manhattan, estaba trabajando en sus memorias, cuando la muerte llamó a su puerta de manera repentina, le dio un ataque al corazón fulminante. Fue sin duda, uno de los mayores y más innovadores genios de la comedia clásica. Su genialidad nunca pasará de moda. Uno de esos cineastas imprescindibles, que las nuevas generaciones de cinéfilos, no deberían dejar de descubrir. No dejeis escapar títulos tan sobresalientes y singulares como ''Las tres noches de Eva'' y ''Los viajes de Sullivan'', para mí, las dos joyas más indiscutibles de su irregular filmografía.
Sus 11 mandamientos para crear con una comedia, que combine el éxito crítico y de público eran...
Una chica bonita es mejor que una fea
Una pierna, mejor que un brazo
Un dormitorio, mejor que una sala de estar
Una llegada, mejor que una partida
Un nacimiento, mejor que una muerte
Una persecución, mejor que una charla
Un perro mejor que un paisaje
Un gatito, mejor que un perro
Un bebé, mejor que un gatito
Un beso mejor que un bebé
Y una buena caida, mejor que ninguna otra cosa
Títulos destacados
Como guionista
''Recuerdo de una noche''
''Una chica afortunada''
''La comedia de la vida''
''Una chica angelical''
Como director
''Las tres noches de Eva''
''Los viajes de Sullivan''
''El gran McGinty''
''Un marido rico''
''Salve, héroe victorioso''
''El milagro de Morgan Creek''
''Navidades en Julio''
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