Archibald Alexander Leach, alias Cary Grant, nació en Bristol (Inglaterra), un 18 de Enero de 1904, en el seno de una familia de clase baja. A los 9 años, cuando un día llegó a casa del colegio, se le ocultó el verdadero paradero de su madre biológica, asegurandole que se había ido a un balneario por un tiempo, Grant, descubriría, años más tarde, la dolorosa verdad.
El icónico actor dejaría la escuela a los 14 años, mentiría sobre su edad y firmaría un permiso imitando la firma de su padre para conseguir enrolarse en la compañía de artistas circenses de Bob Pender. Gracias a su notable habilidad para las acrobacias, haría una gira por ciudades británicas, hasta que en Julio de 1920, sería uno de los ocho seleccionados de dicha compañía para ofrecer espectáculos en Broadway. Después de las 456 representaciones del espectáculo en el cual colaboraba, de nombre ''Good Times'', él decidió quedarse en Estados Unidos para intentar labrarse un camino como actor. Una de sus primeras grandes oportunidades cinematográficas le llegó cuando Mae West lo escogió para ''Lady Lou'' (1933), ella veía en él, una combinación de virilidad, sexualidad y aura de gentleman.
Cary Grant, es un actor que siempre me ha resultado especialmente empático y encantador, al menos en la pantalla. Sufría de una injusta infravaloración por interpretar en muchas ocasiones al eterno galán, a nivel de premios sobre todo, aunque también se había granjeado numerosos enemigos en Hollywood, debido a su defensa pública de figuras ''polémicas'' dentro del cine americano (como Ingrid Bergman o Charles Chaplin), además, se prodigaba frecuentemente en registros cómicos y no es un género que sea asiduamente premiado, cuando es tan complicado o más que el drama.
Era un actor magnífico y muy carismático, que solía encandilar a los espectadores con una facilidad pasmosa, algunos creerán (y puede que acertadamente) que se interpretaba a sí mismo, pero en mi caso, consigue que ese supuesto aspecto no me importe en absoluto, además, de que en algunos casos, su rol habitual sufría notables variaciones. No era un intérprete extremadamente versátil, pero pocos llenaban la pantalla tan sólidamente como lo hacía él.
Surgen y surgirán imitadores, pero él es único. Con esa elegancia innata, ese porte irresistible y esa vis cómica irrepetible, Grant demostró que era igualmente válido tanto para la comedia más gamberra como para registros más serios. Billy Wilder, se pasó la mayor parte de su existencia, intentando ''pescarle'' para algunas de sus películas, pero resultaron intentos fallidos, aún así, este genio austríaco, siempre manifestó que lo admiraba muchísimo. Que se sepa, fue su primera opción para ''Sabrina'' y ''Ariane'', que posteriormente, fueron a parar, a Bogart y Gary Cooper respectivamente, pero si Cary hubiera aceptado en alguno de estos dos casos, las cintas habrían ganado muchísimo, porque son roles que le pegan como un guante.
A Grant le preocupaba sobremanera, la gran diferencia de edad que existía entre él y Audrey Hepburn (25 años) y finalmente, solamente accedió a protagonizar, la maravillosa ''Charada'' con ella, después de que le asegurasen, que en la película se mostraría que Audrey lo seducía a él, no quería quedar como un viejo verde en pantalla. Más tarde, debido a las críticas que se recibieron respecto a la diferencia de edad que había entre la pareja principal del film de Stanley Donen, Grant decidió dejar de dar vida al héroe romántico. Irónicamente, en su vida personal, se casó con algunas mujeres mucho más jóvenes que él.
Alfred Hitchcock, genial director pero de complicado carácter, decía que, Grant era el único actor con el que no le importaría trabajar siempre. Grant fue el protagonista de 4 películas del genio del suspense, la floja ''Atrapa a un ladrón'', la más que correcta ''Sospecha'', la magnífica ''Encadenados'' y la superlativa ''Con la muerte en los talones'', que considero una de las mejores de las carreras de ambos.
Grant e Ingrid Bergman en ''Indiscreta'' de Stanley Donen. |
En mi opinión, las actrices que mejor le dieron la réplica en pantalla, fueron Ingrid Bergman, Katharine Hepburn, Deborah Kerr, Rosalind Russell y Audrey Hepburn, con las que se llevaba de maravilla en la vida real, por cierto. De Audrey, siempre decía que estaba ansioso de repetir con ella en una película, que sería el regalo navideño perfecto, con Katharine tenía una complicidad maravillosa, tanto dentro como fuera de la pantalla, no perdía la oportunidad para alabarla sin cortapisas, colaboraron juntos en 4 ocasiones, siendo las más destacables, las estupendas ''La fiera de mi niña'' e ''Historias de Filadelfia''.
Durante su existencia y como a tantos otros intérpretes, solía perseguirle la sombra de la bi o homosexualidad, las malas lenguas decían, que Randolph Scott, que fue su compañero de piso durante un tiempo, era su pareja sentimental. La Paramount para acallar rumores de este calibre, que en aquella época eran nocivos para el éxito en cualquier carrera cinematográfica, le buscó diversas compañías femeninas, se comentaba, que aunque se casó en más de una ocasión, estas parejas supuestamente sólo actuaban de cortinas de humo para ocultar su verdadera identidad sexual. Detrás de la fachada de gentleman aparentemente simpático y perfecto, Cary escondía una importante fragilidad emocional y una personalidad llena de inseguridades, fruto de una triste infancia con carencias afectivas y económicas. Desarrolló una obsesión por no volver a padecer penurias económicas, lo que le hizo, especialmente precavido con el dinero que se había ganado trabajando.
Grant vivió atormentado por la misteriosa ausencia de su progenitora, durante años, se creía que su madre había muerto, pero finalmente se supo, la trágica verdad, estaba viva e ingresada en un psiquiátrico. A Grant, este hecho, le afectó toda su vida y fue uno de los detonantes de su adicción al alcohol y al LSD. Hasta la muerte de su madre, Grant se encargó de cuidarla para que no le faltara de nada.
Más que un actor cómico
Aunque pocos actores se movían con tanta soltura y credibilidad en la comedia, Grant también demostró su solvencia en registros más serios. Hitchcock por ejemplo, supo moldearlo para que ofreciera otros registros interpretativos más dramáticos u oscuros, especialmente en ''Encadenados'', ''Sospecha'' y ''Con la muerte en los talones'', sorprendiendo en papeles alejados de su imagen más jovial y simpática.
George Stevens, en ''Serenata nostálgica'' también le entregó un papel bombón a Cary, en este melodrama desgarrador sobre la pérdida de un vástago y la amarga crisis de una joven pareja, a raíz de este trágico suceso. Tanto Grant como Irene Dunne, lo bordan, están fantásticos. El trabajo de Grant fue nominado al Oscar, siendo su única candidatura junto con la de ''Un corazón en peligro'', casualmente, los dos papeles más dramáticos y contenidos de su filmografía.
Grant, era tremendamente inseguro respecto a sus cualidades interpretativas, en especial, en los inicios de su carrera, en los cuales, temía no estar a la altura de las exigencias de cada papel. Por ejemplo, durante el rodaje de ''La pícara puritana'', le preocupaba no poseer la vis cómica suficiente para resultar gracioso, solía subestimarse a sí mismo constantemente. En su afán de independizarse del abusivo control que ejercían los Estudios sobre sus estrellas, Grant formó junto a Stanley Donen, la compañía Grandon, que se encargaría de producir ''Charada'', ''Página en blanco'' o ''Indiscreta'', antes de su cierre final.
En definitiva, Cary Grant es uno de esos actores que me enamoran en la gran pantalla, me alegra cualquier día gris, disfruto viendole enormemente. Uno de esos intérpretes clásicos que bordaban la comedia, pero que en cualquier género, conseguía realizar un trabajo más que eficaz. Hay que reivindicar siempre a Grant, su talento ha quedado quizás un poco ensombrecido por su condición de galán, pero hay que saber ver más allá de eso y reconocer sus méritos artísticos, que es más que evidente que los tiene. Pocos actores irradian tanto talento, carisma y naturalidad como Cary Grant. Una de esas fieras interpretativas que te hacen irremediablemente amar el cine clásico y en especial, esas comedias únicas de antaño, que destilaban tanta clase, encanto e ingenio. Hoy, si estuviese vivo, Cary Grant, cumpliría 110 años, todo un icono de elegancia y buen humor en el ámbito cinematográfico. Se retiró a los 62 años y fallecería a los 82 el 29 de Noviembre de 1986, dejando únicamente una hija (Jennifer Grant, nacida en 1966) de su fugaz matrimonio con la actriz Dyan Cannon.
Títulos destacados
''Historias de Filadelfia''
''Encadenados''
''La pícara puritana''
''El solterón y la menor''
''Sospecha''
''Con la muerte en los talones''
''Charada''
''Vivir para gozar''
''La fiera de mi niña''
''Serenata nostálgica''
''Tú y yo''
''Arsénico por compasión''
''Me siento rejuvenecer''
''Página en blanco''
''Luna nueva''
''Indiscreta''
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