
Estuvo casado con la gran actriz Miriam Hopkins -una de las enemigas íntimas de Bette Davis-, se comenta que fue uno de los motivos del enfrentamiento de Bette y su esposa. Supuestamente Bette llegó a ser amante del realizador cuando éste estaba aún unido sentimentalmente a Miriam. Trabajaron juntas en más de una ocasión, y nunca se soportaron. Litvak trató de conquistar a la también actriz Paulette Goddard, la prensa americana de la época se escandalizó excesivamente debido a un supuesto incidente sexual entre los dos dentro de un famoso restaurante. El revuelo generado alrededor de este hecho, propició que Anatole se decidiera a combatir en la Segunda Guerra Mundial tras nacionalizarse norteamericano. Además, colaboró en películas de propaganda bélica junto a Frank Capra.

Comienza su carrera en los Estudios Nordkino de Leningrado en 1923, dos años después se traslada a Alemania y empieza a dirigir para la UFA en 1930. Fue montador del gran director Georg Wilhelm Pabst. Con la llegada del cine sonoro, debido a su gran dominio de idiomas, dirige para los estudios UFA tres flojas producciones en tres versiones distintas -la francesa, la alemana y la inglesa-, ya que en aquella época el doblaje en este país aún no existía. Con el ascenso al poder de los nazis, Litvak huye a Francia, donde consigue un gran éxito con Sueños de príncipe, protagonizada por Charles Boyer y Danielle Darrieux. Pero verdaderamente, Litvak da el campanazo con Mayerling, que atrae la atención de un Hollywood siempre ávido de talento extranjero.

Después del éxito internacional que supuso su película de producción francesa Mayerling, Litvak es fichado por la Warner y viaja a USA en 1937. Desde el principio, se forja una reputación de director con un talento especial para el melodrama -aunque transitara muy dignamente por otros géneros, como el noir, la comedia o el cine bélico, por ejemplo-, la industria cinematográfica norteamericana comenzó a valorarlo de verdad a raíz de dirigir de manera magnífica una de sus mejores películas, ''Nido de víboras'' -protagonizada por una habitualmente maravillosa Olivia de Havilland-, filme que supondría su primera y única nominación al Oscar como Mejor director -aunque en 1952, su cinta ''Decisión al amanecer'' fuese candidata a Mejor película-. Los años 30 y 40 especialmente fueron la cima de su trayectoria, dirigiendo de manera sobria y muy efectiva muchas de las películas más destacables de su cine -Voces de muerte, El cielo y tú, Nido de víboras, Ciudad de conquista, Años sin días, Confesiones de un espía nazi, Tovarich o El sorprendente Dr. Clitterhouse-. En los años 50, Anatole Litvak retornó a la vieja Europa, y desde esa década, rodaría a caballo entre ese continente y Hollywood. Fallecería en Francia en 1974.

Anatole Litvak era muy valorado por los críticos y por sus compañeros de profesión -el genial Billy Wilder se encontraba entre sus admiradores, por ejemplo-, pero no ha gozado del reconocimiento que ampliamente merece por parte del público cinéfilo. Seguramente porque es un director con un estilo sobrio y sin un sello muy distintivo, pero sin duda, es un realizador de sobrada valía y más que estimable polivalencia, que cuenta con varias joyas en su carrera. Uno de esos grandes desconocidos que merece mucho la pena conocer, y que yo descubrí gracias a un gran amante del cine clásico, como es mi amigo Javi Leiva. Si te entusiasma el melodrama y el buen hacer cinematográfico en general, es un cineasta que debes disfrutar.
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